Es probable que con el paso del tiempo, que permite siempre la posibilidad de ser más analítico y menos pasional, se pueda hacer una mejor evaluación del trabajo que realizó Gerardo Martino como entrenador de la Selección Mexicana. Lo cierto es que hoy, prensa y aficionados lo han convertido en enemigo público número uno. Nadie lo extraña en El Tri, incluso cuando no hay entrenador.

También es cierto que en el Mundial de Qatar, finalizado hace exactamente un mes, la Selección Mexicana perdió solo un partido ante el seleccionado que finalmente se coronó campeón mundial. Que le ganó, además, al único seleccionado que fue capaz de ganarle a los campeones del mundo. Y entonces queda la sensación de que jugar tres partidos o jugar cuatro en una Copa del Mundo puede muchas veces estar ligado a la suerte.

Como sea, a Gerardo Martino se le achacó todo el peso del "fracaso". Fue así porque las relaciones se habían roto desde antes del Mundial. En la previa, se le cuestionaron cada una de las ausencias de la convocatoria. Ya durante la Copa del Mundo, se le recriminaba por lo que podrían haber aportado Lainez, Flores, Giménez al equipo...

Pero el tiempo va poniendo todo en su lugar. En algunos casos, ni siquiera hay que esperar demasiado. Dejando de lado a Santiago Giménez, de buenos rendimientos con el Feyenoord, Diego Lainez y Marcelo Flores no han hecho más que darle la razón al Tata en su consideración de que no estaban a la altura de disputar una competencia de máximo nivel.

"Para lo que le sirve a Marcelo ser convocado es para que conozca lo que es ser un seleccionado nacional. Debe construir una carrera para ser considerado en el futuro", había dicho Martino tras citar a Flores a la Nations League. Y esa carrera a la que se refirió el entrenador todavía está en pañales, porque el jugador no ha podido siquiera ganarse un lugar en el Real Oviedo de la Segunda División de España, donde ya le comunicaron que no entra en los planes del nuevo entrenador Álvaro Cervera.

Mucho se habló en la prensa, también, de lo "injusta" que había sido la decisión de dejar sin Mundial a Diego Lainez. Pero dos meses después que Tata cerrara su lista, la realidad del exjugador del América marca que su futbol no le alcanzó para tener una cantidad considerable de minutos en el Sporting Braga de la Primeira Liga de Portugal.

La juventud juega del lado de los futbolistas. Tienen tiempo para revertir su actualidad, consolidarse y volverse importantes en la Selección Mexicana. Su actualidad, en cambio, no hace más que darle la razón a Martino, pues tuvieron una temporada que más que acercarlos los alejó de una Copa del Mundo.