Perla negra de la eliminación del Inter Miami en manos del Monterrey por 5 a 2 en el global. Paliza. No me gustó la prepotencia de Lionel Messi y Tata Martino en Miami de ir a buscar a Nico Sánchez y al Tano Ortiz, dos buenos pibes.

Vos no podés hablar así por el simple hecho de que sos Messi o Martino ni ponerle el puño en la cara a Nico Sánchez ni insultar a los árbitros. Sobre todo viniendo de un tipo como el Tata, que siempre fue educado.

Cabe decir que el Tano Ortiz hizo lo que tenía que hacer, defender a su equipo. Monterrey va a Miami a jugar contra Messi, Luis Suárez, David Beckham y lo que dijo fue: “No me caguen”. Lo mismo que tendría que haber hecho Sportivo Trinidense antes de jugar en La Bombonera: “Si hay un penal, cóbrenmelo”.

Vamos más atrás. La Scaloneta es un brillante campeón, me regaló una final de 60 minutos con un nivel de fútbol extraordinario comparable con la Selección de Bilardo en 1986. Pero, no reconocer que nos dieron cinco penales flojitos de papeles es tapar el sol con la mano. Es como decir que el gol de Diego a los ingleses no fue mano. Dicho eso, la Scaloneta es un justo campeón del mundo.

Vuelvo a la serie de Inter Miami y Monterrey. Si te mete cinco goles un equipo que tiene a Andrada en el arco, Maxi Meza y Gonzalo Belterame, que acá apenas jugó en San Lorenzo, y vos tenés a Messi, a Suárez a Jordi Alba y a Busquets, hay que ponerse a pensar si estas figuras no están de vuelta.